En un segmento polémico que ha generado indignación generalizada, la podcaster conservadora Megyn Kelly sugirió que Jeffrey Epstein podría no ser considerado un verdadero pedófilo porque sus víctimas eran adolescentes, no niñas prepúberes. Estas declaraciones se produjeron en medio de un renovado escrutinio sobre los archivos de Epstein recientemente publicados que vinculan a Donald Trump con el caso.
En el episodio del 12 de noviembre de 2025 de The Megyn Kelly Show, Kelly habló con su invitada Batya Ungar-Sargon sobre la publicación de los correos electrónicos de Epstein por parte del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes. Afirmó tener información privilegiada de alguien “muy, muy cercano al caso” que sabe “prácticamente todo”.

Según Kelly, esta fuente insistió hace años en que Epstein “no era pedófilo”. Explicó que él prefería a las “apenas mayores de edad”, especificando que “le gustaban las chicas de 15 años” que podían “pasar por incluso más jóvenes” pero que parecían mayores de edad para los demás.
Kelly recalcó que le parecía “repugnante” y que no lo estaba excusando, sino que simplemente compartía “hechos”. Señaló que ninguna víctima había denunciado públicamente abusos antes de los 14 años, y añadió: “Hay una diferencia entre una persona de 15 años y una de 5, ¿sabes?”.
La ex presentadora de Fox News afirmó que su opinión cambió solo después de que se publicaran informes sobre la posesión de material de abuso sexual infantil por parte de Epstein, aunque ahora desconfía de las afirmaciones de la ex fiscal general de Florida, Pam Bondi. Los críticos argumentan que Kelly estableció una distinción falsa para minimizar los crímenes de Epstein.
Epstein fue condenado por captar menores para la prostitución y se enfrentó a acusaciones de trata de niñas de hasta 14 años. Legal y médicamente, la atracción hacia menores postpúberes a menudo se clasifica por separado como hebefilia, pero abusar de cualquier adolescente menor de edad sigue siendo abuso sexual infantil.
La coincidencia de fechas causó sorpresa, ya que se produjo días después de que salieran a la luz correos electrónicos que retrataban a Trump como alguien en quien Epstein confiaba para guardar silencio sobre sus actividades. Kelly ya había criticado la gestión de Trump de los archivos, calificándola de «autoinfligida».

Las redes sociales estallaron de furia, y muchos calificaron los comentarios de “destructivos para su carrera”. La estratega demócrata Ally Sammarco tuiteó que los jóvenes de 15 años son niños que no pueden conducir ni ver películas para adultos, y cuestionó si Kelly cree que violarlos es aceptable.
La activista Shannon Watts acusó a Kelly de retratar a Epstein y Trump simplemente como “hombres libidinosos” en lugar de depredadores. Otros destacaron la ironía de que Kelly, madre de hijas, minimizara la explotación de adolescentes.
Medios progresistas como Mother Jones y Raw Story lo calificaron como un momento decisivo para que los conservadores se sinceraran. Incluso algunas voces de derecha se distanciaron, aunque la audiencia de Kelly defendió mayoritariamente su énfasis en las definiciones técnicas.
El invitado de Kelly, Ungar-Sargon, permaneció en silencio durante el discurso y no la contradijo. El episodio se viralizó rápidamente, acumulando millones de visualizaciones en los fragmentos compartidos en diversas plataformas.
Los críticos lo vincularon a esfuerzos más amplios por rehabilitar a figuras relacionadas con Epstein a medida que salen a la luz más documentos. Trump ha negado haber cometido irregularidades, insistiendo en que prohibió la entrada de Epstein a Mar-a-Lago hace años.
Kelly admitió previamente que los nuevos correos electrónicos «no pintan bien» para Trump, pero instó a su publicación íntegra para poner fin a las especulaciones. Sin embargo, sus últimas declaraciones se centraron en redefinir los abusos de Epstein.

Los defensores de las víctimas criticaron duramente el segmento por culpabilizar a las víctimas y normalizar el abuso. Un destacado grupo de supervivientes lo calificó de retórica “peligrosa” que disuade a los adolescentes de denunciar.
El 13 de noviembre de 2025, a medida que crecía la indignación, hashtags como #MegynKelly y #EpsteinFiles se volvieron tendencia. Aumentaron las exigencias para que SiriusXM se pronunciara sobre los comentarios, pero ni Kelly ni la cadena respondieron.
El incidente pone de relieve las tensiones persistentes en torno al legado de Epstein y sus vínculos con hombres poderosos. Ante la posibilidad de que se revelen más archivos, el debate sobre la rendición de cuentas continúa.
Kelly, quien fue despedida de NBC por comentarios racistas, ha reconstruido su carrera en medios independientes. Esta controversia pone a prueba su relevancia entre los seguidores de MAGA que protegen a Trump.
Las encuestas públicas muestran un rechazo generalizado a minimizar el abuso de menores, independientemente de la edad. Muchos sostienen que, según el entendimiento común, cualquier explotación sexual de menores es pedofilia.

Por ahora, la polémica no da señales de amainar. El intento de Kelly de matizar sus argumentos ha sido ampliamente rechazado como una apología indefendible.
Las víctimas de Epstein, algunas captadas desde los 14 años, siguen buscando justicia. Comentarios como estos les recuerdan lo mucho que aún le queda por avanzar a la sociedad.
Como lo expresó un crítico, establecer límites en 15 versus 5 años ignora que todos los niños merecen protección contra depredadores como Epstein.
El escándalo, reavivado por las revelaciones de 2025, garantiza que el nombre de Epstein —y el de quienes están relacionados con él— siga siendo tóxico.