🔥 Si bien la carrera de MotoGP ya está decidida, en el ámbito de la F1 el trofeo del campeonato aún no ha encontrado a su “verdadero dueño”. El drama estalló violentamente cuando Max Verstappen chocó ferozmente con el dúo McLaren, creando ayer una verdadera “bomba”.
Y lo que es más digno de mencionar: hasta Marc Márquez tuvo que hablar para dar su opinión 👇

Cuando la temporada 2025 de MotoGP concluyó con Francesco Bagnaia logrando su tercer título consecutivo en Valencia el fin de semana pasado, el rugido de los motores de dos tiempos pasó a la historia. El dominio de Bagnaia, marcado por ocho victorias y una consistencia inquebrantable, dejó poco espacio para el drama en la categoría reina.
El piloto oficial de Ducati selló el trato con un calculado podio, superando el último avance de su rival Jorge Martín.
El desfile de la victoria del italiano por el paddock simbolizó el cierre de un campeonato que estaba prácticamente decidido a mitad de campaña. Los fanáticos, todavía emocionados por los atrevidos adelantamientos de Márquez a principios de año, finalmente pudieron respirar. Sin embargo, a través de la división del deporte del motor, la narrativa de la Fórmula 1 ardía más que nunca.
Con solo dos rondas restantes, la clasificación de pilotos seguía siendo complicada, enfrentando a Max Verstappen de Red Bull contra el dúo dinámico de McLaren formado por Lando Norris y Oscar Piastri.
En marcado contraste con la ordenada resolución de MotoGP, la lucha por el título de la F1 estaba llena de tensiones no resueltas de cara al Gran Premio de Las Vegas. Norris tenía una ligera ventaja de 18 puntos sobre Piastri, con Verstappen a 42 puntos de distancia, pero hambriento de redención después de una mala racha a mitad de temporada.
El RB21 de Red Bull había mostrado destellos de brillantez en las rectas, pero el paquete MCL39 de McLaren dominó en las curvas, convirtiendo cada carrera en una partida de ajedrez papaya-naranja.

El Strip Circuit iluminado con luces de neón, con su diseño de franjas de juego de alta velocidad, prometía caos bajo las luces del viernes por la noche. La clasificación preparó el escenario dramáticamente: Norris consiguió la pole con una vuelta que superó a Verstappen por apenas 0,047 segundos, mientras que Piastri acechaba tercero, listo para saltar.
El director del equipo, Andrea Stella, instó a sus pilotos a “correr limpio pero ferozmente”, consciente de que cualquier resbalón podría darle a Verstappen un salvavidas improbable. El aire crepitaba de anticipación mientras 20 autos se alineaban, los motores zumbaban como máquinas tragamonedas de Las Vegas al borde del premio mayor.
La carrera se desató en una llamarada de controversia desde la luz verde. Verstappen, que partía segundo, se lanzó agresivamente en la curva 1, empujando a Norris hacia la barrera interior con precisión despiadada. El británico, defendiendo su ventaja desde la pole, mantuvo su línea pero golpeó el alerón delantero del Red Bull en el tumulto.
Saltaron chispas cuando Piastri, atrapado en la onda, tocó el difusor trasero de su compañero de equipo mientras esquivaba los escombros. Los tres autos sufrieron daños: Norris perdió carga aerodinámica, la parte trasera de Piastri se tambaleó precariamente y la placa del extremo del alerón delantero de Verstappen colgó como una ficha de póquer rota.
“Eso estuvo a centímetros del desastre”, dijo Norris por radio, con la voz llena de frustración.
La sala de azafatas sonó de inmediato, pero no se emitieron penalizaciones inmediatas, lo que permitió que la manada se dispersara en la noche del desierto. Verstappen arrancó y la velocidad máxima superior de su coche le permitió alejarse en la vuelta cinco, mientras los McLaren curaban sus heridas persiguiéndolo de cerca.
El incidente dividió al paddock: algunos elogiaron la audacia de Verstappen como una desesperación por el campeonato, otros la denunciaron como un peligro imprudente.

Mientras se desarrollaban las 50 vueltas bajo el brillo artificial, la “bomba” detonó por completo en el escrutinio posterior a la carrera. Verstappen cruzó la línea primero, su décima victoria de la temporada un testimonio de la magia del manejo de neumáticos sobre el asfalto abrasivo.
Norris rescató el segundo lugar a pesar de una configuración aerodinámica débil, y Piastri llegó al cuarto lugar después de un duro intento de recuperación. Siguieron celebraciones en el podio, con Verstappen rociando juguetonamente a Norris con champán, enmascarando la corriente subyacente de rivalidad. Pero horas más tarde, a la 01:45 horas.
hora local, la FIA dejó caer el martillo: ambos McLaren fueron descalificados por desgaste excesivo de los patines, violando el artículo 3.5.9 del reglamento técnico. El espesor de la tabla medía 0,85 mm y 0,92 mm por debajo del límite de 1 mm, respectivamente, una brecha microscópica amplificada por marsopas inesperadas y la práctica limitada del viernes debido a la lluvia.
McLaren protestó, citando “circunstancias atenuantes” como los baches de la pista, pero los comisarios confirmaron el fallo, citando precedentes anteriores de 2025. Las consecuencias fueron sísmicas: Norris y Piastri fueron despojados de puntos, promoviendo a George Russell al segundo lugar y a Charles Leclerc al tercero.
La victoria de Verstappen se disparó a 25 puntos, reduciendo su déficit con Norris a solo 24 con 58 aún disponibles en Qatar y Abu Dhabi. De repente, el sueño del quinto título del holandés volvió a la vida, transformando una casi eliminación en un final frenético.
Christian Horner, de Red Bull, sonrió: “Es F1; cualquier cosa puede pasar”, mientras que Zak Brown, de McLaren, se disculpó sombríamente con los fanáticos y prometió apelaciones. El drama se extendió por las redes sociales, con #McLarenDQ como tendencia en todo el mundo mientras los memes de trofeos destrozados inundaban las líneas de tiempo.
Piastri, empatado con Verstappen con 366 puntos, lamentó el giro “desgarrador”, y su acusación en Las Vegas ahora es una nota a pie de página.
Norris, filosófico pero furioso, admitió: “Superamos los límites; a veces ellos retroceden”. La sombra del incidente cobró gran importancia y reavivó los debates sobre la coherencia en la aplicación de la ley por parte de la FIA: ¿por qué penalizar milímetros cuando los enfrentamientos en la pista quedan impunes? Mientras los mecánicos hacían las maletas bajo las primeras luces del amanecer, el “verdadero dueño” del campeonato seguía siendo esquivo, tambaleándose al borde de la gloria o la angustia.

Ingresa Marc Márquez, la ocho veces leyenda de MotoGP cuya voz tiene peso en todas las disciplinas. Recién salido de su propia carrera por el título de 2025 con Ducati, el español rompió su silencio habitual sobre asuntos de F1 a través de una historia de Instagram el sábado por la noche.
“Observé el caos de Las Vegas: el movimiento de Verstappen fue puro instinto guerrero, pero ¿ese tango de la curva 1 con los McLaren? Demasiado caliente para sentirse cómodo”, publicó Márquez, adjuntando clips de la carrera. “Las carreras se tratan de ventajas, no de superarlas. Felicitaciones a Norris y Piastri por contraatacar; esa descalificación duele como una mala clasificación.
La F1 necesita ese fuego, pero el juego limpio la mantiene legendaria”. Su visión sincera, mezclada con la empatía de su propia carrera llena de conflictos, obtuvo 2 millones de visitas de la noche a la mañana.
Márquez, un admirador de Verstappen que una vez lo llamó “el gladiador de la parrilla”, equilibró los elogios con la cautela e instó a “la cabeza fría para Qatar”. Los fanáticos elogiaron la visión del crossover, que une la precisión de dos ruedas con la furia de las cuatro ruedas. Mientras MotoGP descansa, las palabras de Márquez nos recuerdan: los verdaderos campeones detectan el drama desde lejos, pero solo lo resuelven en la pista.
Con el título tentadoramente cerca, el explosivo capítulo de la F1 en Las Vegas garantiza que el rumor fuera de temporada resonará más fuerte que la vuelta de victoria de Bagnaia.