La superestrella del ciclismo holandés
Mathieu van der Poel es ampliamente admirado por su potencia explosiva sobre la bicicleta, su versatilidad en carreras de ruta, ciclocross y ciclismo de montaña, y su audaz estilo de carrera que le ha valido innumerables victorias. Sin embargo, tras la fuerza del campeón se esconde una historia personal de lealtad y amor, una historia que el propio Van der Poel reconoce como esencial para su éxito. El actual campeón del mundo expresó recientemente su sincera gratitud a su pareja, destacando el increíble papel que ha desempeñado al apoyarlo en los altibajos de su carrera.

Van der Poel, cuya vida está marcada por el entrenamiento incansable, las agendas apretadas y la presión de la competición, admitió que el apoyo incondicional de su pareja ha sido una fuente constante de estabilidad. “El ciclismo te exige todo, no solo física, sino también emocionalmente. Tener a alguien que lo entiende y siempre te apoya, pase lo que pase, es invaluable. Ella ha sido mi mayor apoyo”, dijo.
La relación de pareja ha superado los altibajos de la trayectoria de Van der Poel, desde triunfos históricos hasta la lucha contra lesiones y la soledad de los largos entrenamientos. Su novia siempre ha estado ahí, con ánimo, paciencia y fuerza. “Cuando gano carreras, todos están ahí para celebrarlo. Pero cuando me lesiono, me frustro o las cosas no salen como esperaba, ella es quien me anima. Eso significa más que cualquier trofeo”, dijo Van der Poel.

La vida de un ciclista profesional es todo un reto. Entre viajes constantes, carreras extenuantes por continentes e interminables horas de entrenamiento, las relaciones a menudo enfrentan desafíos que ponen a prueba sus cimientos. Van der Poel reconoció que la capacidad de su novia para adaptarse a este estilo de vida sin dejar de ser su apoyo ha sido una bendición. “No es fácil estar con alguien que pasa tanto tiempo lejos, que a menudo está exhausto o concentrado en la siguiente carrera. Pero ella siempre ha estado ahí, siempre comprensiva. Ese tipo de amor y apoyo me mantiene con los pies en la tierra”.
Para Van der Poel, su presencia no solo es conmovedora, sino también increíblemente motivadora. Admitió que alguien que cree en él incondicionalmente le da un impulso extra para luchar sobre la moto. “Cuando corro, no solo corro por mí o por mi equipo. Corro sabiendo que me apoyan y creen en mí. Eso marca la diferencia”, dijo.
Los aficionados suelen ver a Van der Poel como un competidor feroz, el ciclista que anima las carreras con sus audaces ataques y emocionantes finales. Pero sus recientes comentarios revelan una faceta más tierna: la gratitud hacia quienes hacen posibles estas victorias. Detrás de cada gran atleta suele haber una sólida red de apoyo, y para Mathieu, su novia es el núcleo de esa red.
Mientras espera con ansias más competencias, más desafíos y más momentos gloriosos, Van der Poel dice sentirse lleno de gratitud en cada paso del camino. “Pase lo que pase, sé que no puedo hacerlo solo. Ella ha sido mi pilar y mi apoyo, y estoy muy agradecido por todo lo que me ha dado”.
Para los fanáticos, es un recordatorio de que incluso los más grandes campeones de ciclismo necesitan amor, estímulo y estabilidad fuera de la bicicleta, y Mathieu van der Poel ha encontrado exactamente eso en el apoyo inquebrantable de su novia.