EN PÚBLICO: “Ellos tenían un contrato matrimonial aterrador”, reveló el hermano de Piqué al exponer el secreto del matrimonio entre Shakira y Piqué. Las cláusulas dadas a conocer hicieron estremecer a todos, y lo más espantoso fue la disposición sobre el divorcio. La familia Piqué acaparaba todos los beneficios tanto en el matrimonio como en la separación. No querían hacerse cargo de los dos hijos, pero sí exigían que los mantuvieran en su vejez. Las redes sociales estallaron en indignación, y el punto culminante fue la actitud fríamente indiferente de la madre de Piqué al ser mencionada en medio de la controversia.

La noticia cayó como una bomba en el panorama mediático internacional. Lo que hasta ahora eran solo rumores se transformó en una revelación pública que sacudió la imagen de la expareja más comentada de la última década. El hermano de Gerard Piqué, con palabras directas y sin rodeos, dejó al descubierto un contrato matrimonial que muchos califican de abusivo y desequilibrado, diseñado para favorecer exclusivamente a la familia del exfutbolista.

Según la versión divulgada, el contrato contenía cláusulas que sorprendieron incluso a los seguidores más escépticos. Entre ellas, la más impactante fue la relacionada con la eventualidad de un divorcio. En caso de separación, la familia Piqué quedaba blindada económicamente, mientras que las responsabilidades más delicadas, como la crianza de los hijos, quedaban fuera de sus obligaciones. En un giro que ha provocado repudio generalizado, se afirmó que, aunque no estaban dispuestos a hacerse cargo de los dos pequeños, exigían que en el futuro fueran los mismos hijos quienes debían aportar económicamente para el sustento de sus abuelos.

La indignación en redes sociales no tardó en crecer. Miles de usuarios denunciaron la crueldad y la falta de humanidad en estas cláusulas, señalando que convertir a dos menores en responsables financieros de adultos en la vejez es una muestra clara de egoísmo y manipulación. Las palabras “aterrador” y “macabro” se repitieron constantemente en los comentarios que inundaron Twitter, Instagram y Facebook.
La situación se volvió aún más tensa cuando se mencionó a la madre de Gerard Piqué. Lejos de mostrar empatía o al menos incomodidad frente al escándalo, su actitud fue descrita como fríamente indiferente. Según testigos, reaccionó con una naturalidad perturbadora, como si todo formara parte de una estrategia largamente planificada. Esa falta de sensibilidad encendió todavía más la furia del público, que la acusó de ser cómplice y beneficiaria de un sistema injusto contra Shakira y los niños.
Para Shakira, estas revelaciones significan un nuevo golpe emocional en medio de su proceso de reconstrucción personal tras la tormentosa ruptura. La artista, quien siempre defendió el bienestar de sus hijos como prioridad absoluta, ahora se enfrenta a la exposición de un acuerdo que pone en entredicho la transparencia y la moralidad del entorno familiar de su expareja.
El escándalo del contrato matrimonial no es solo una historia de celebridades, sino un reflejo de cómo el poder y la conveniencia pueden imponerse sobre la justicia y el sentido común. Mientras la indignación crece, queda claro que esta revelación no solo reabre viejas heridas, sino que también cuestiona los límites de lo que una familia está dispuesta a hacer para conservar sus privilegios. Y, en el centro de todo, Shakira vuelve a ser el rostro visible del dolor, la lucha y la resistencia ante una maquinaria que parece implacable.