“Ayuso verá quién es débil o se rinde”: la tormenta que sacudió al equipo de los Emiratos Árabes Unidos
El ciclismo, ese deporte que mezcla resistencia, estrategia y nervios de acero, vivió una de sus jornadas más tensas cuando Juan Ayuso e Isaac Del Toro, dos de las joyas más prometedoras del pelotón mundial, protagonizaron un enfrentamiento que pocos podrán olvidar. Lo que comenzó como una simple discrepancia técnica dentro del equipo del UAE Team Emirates, terminó convirtiéndose en un auténtico escándalo que dividió al vestuario y sacudió las redes sociales.
Todo ocurrió tras la etapa reina del Tour de Suiza, una jornada marcada por el frío, las rampas imposibles y la presión de los medios. Al final del recorrido, mientras los ciclistas se recuperaban en la zona de prensa, Ayuso lanzó una frase que pronto se volvería viral:
“Ayuso verá quién es débil o se rinde para colarse en el podio.”
Según testigos, las palabras iban dirigidas a un compañero del equipo, pero nadie esperaba que Isaac Del Tororeaccionara con tanta dureza. El joven mexicano, conocido por su temple y humildad, no tardó en responder con un tono inesperadamente firme.
Una entrevista a puerta cerrada que encendió el fuego
Horas después, en una entrevista a puerta cerrada organizada por la dirección del equipo, la tensión explotó. Ayuso, visiblemente molesto por algunos comentarios sobre su estrategia en la montaña, perdió la paciencia cuando Isaac insinuó que sus movimientos habían sido “tácticamente confusos” y, en palabras filtradas por un miembro del staff, “rozando lo tramposo”.
“¿Estás insinuando que gano haciendo trampas?”, gritó Ayuso, golpeando la mesa con el puño.
Isaac lo miró fijamente, sin levantar la voz, y respondió con calma:
“Solo digo que el ciclismo no se gana fingiendo debilidad cuando todos tiran por ti.”
El silencio se volvió insoportable. Algunos técnicos intentaron intervenir, pero ya era tarde: el ambiente estaba cargado de rabia contenida. Fuentes cercanas aseguran que Ayuso abandonó la sala murmurando palabras irrepetibles y que, minutos después, lanzó su casco contra la pared del autobús del equipo.
Cuando la prensa filtró fragmentos de la conversación, el público se dividió. Los fans españoles defendieron a su compatriota, describiéndolo como un competidor pasional e incomprendido. Los seguidores latinoamericanos, en cambio, aplaudieron la serenidad y el coraje de Del Toro, quien, pese a la polémica, no emitió declaración alguna.
Sin embargo, Ayuso no se quedó callado. En una rueda de prensa improvisada, visiblemente alterado, lanzó acusaciones directas:
“No permitiré que nadie cuestione mi integridad. Si hace falta, demandaré a quien haya difundido mentiras sobre mí, incluso a los que estaban dentro del equipo.”
Sus palabras encendieron aún más el debate. Algunos periodistas interpretaron el comentario como una amenaza velada hacia Isaac y otros compañeros del UAE. Los directivos del equipo, incómodos por el revuelo, evitaron hacer comentarios, aunque una fuente interna confirmó que el ambiente dentro del grupo “era insostenible”.
Mientras el nombre de Ayuso ardía en los titulares, Isaac Del Toro optó por el silencio. Solo publicó una breve frase en su cuenta de X (antiguo Twitter):
“A veces, la montaña no está frente a ti, sino dentro.”
Sus seguidores interpretaron el mensaje como una referencia al conflicto, mientras que otros vieron en él una muestra de madurez y templanza. Aun así, muchos notaron su ausencia en los entrenamientos del equipo los días siguientes, lo que aumentó los rumores sobre una posible separación.
Fuentes cercanas al entorno del mexicano aseguran que recibió ofertas de otros equipos del WorldTour, aunque su contrato con los Emiratos sigue vigente. En cambio, Ayuso habría solicitado una reunión urgente con el director deportivo para “aclarar la situación y evitar nuevas filtraciones”.
Este episodio ha vuelto a poner sobre la mesa una realidad incómoda: el ciclismo no es solo resistencia física, sino también una batalla emocional constante. Las rivalidades internas, el ego y la presión mediática pueden convertir a los mejores amigos en adversarios.
Los expertos coinciden en que tanto Ayuso como Del Toro representan el futuro del ciclismo, pero también recuerdan que la grandeza no solo se mide en vatios, sino en carácter.
Y aunque la tormenta parece haber amainado, una cosa está clara: después de este choque, nada volverá a ser igual en el equipo.
Quizás, en el próximo puerto, cuando las piernas fallen y la mente dude, uno de los dos recordará aquellas palabrasque lo cambiaron todo:
“Ayuso verá quién es débil o se rinde…”
Y el mundo del ciclismo, expectante, volverá a contener la respiración.

