En un giro inesperado, Jason Kelce, la estrella retirada de la NFL conocida por su franqueza sin filtros, ha lanzado una dura crítica contra Erika Kirk. Su sentida declaración, titulada «Basta de mentiras, Erika», acusa su reciente discurso en Ole Miss de ser una mera estrategia manipuladora para recaudar fondos. Las palabras de Kelce son contundentes y dejan al descubierto lo que él denomina el lado oscuro de las operaciones de Turning Point USA.

Kelce, recién salido del éxito de su imperio de podcasts y su imagen de hombre de familia, no se anduvo con rodeos en una publicación viral en redes sociales que acumuló millones de visualizaciones de la noche a la mañana. “Erika, tus lágrimas en Ole Miss no eran por Charlie, sino por las chequeras de los donantes”, declaró, refiriéndose al emotivo homenaje que ella le rindió a su difunto esposo, Charlie Kirk. La intervención de la leyenda del fútbol americano ha desatado una tormenta en círculos conservadores.
El telón de fondo de este drama es la aparición de Erika Kirk en la Universidad de Mississippi el 29 de octubre de 2025. Fue su primer evento en el campus desde el trágico asesinato de Charlie Hebdo seis semanas antes, durante una visita a la Universidad Estatal de Utah. Miles de personas llenaron el Pabellón Sandy y John Black, esperando inspiración, pero Kelce afirma que todo fue un espectáculo orquestado.
Erika subió al escenario con una camiseta que decía «Libertad» y lucía la imagen de Charlie. Su voz temblaba mientras relataba sus rutinas matutinas y su vida guiada por la fe. Habló de «recuperar el territorio espiritual», animando a los estudiantes a abrazar la valentía y los valores familiares. El vicepresidente JD Vance intervino a continuación, elogiando el legado de Charlie en una sesión de preguntas y respuestas que recordaba el estilo de debate de Kirk.
Pero Jason Kelce ve más allá de la fachada. En su declaración, alega que Turning Point USA, ahora bajo la dirección de Erika como CEO, exageró la historia de la muerte de Charlie para aumentar el número de miembros y las donaciones. «Esto no es duelo; es estafa», escribió Kelce, señalando un supuesto aumento en los fondos de TPUSA tras la tragedia. Su acusación ha dejado atónitos a sus seguidores.
La implicación de Kelce no es casual; ambas familias comparten vínculos indirectos en el ámbito filantrópico conservador de Filadelfia. El hermano de Jason, Travis Kelce, ha participado en política de alto nivel, pero el propio Jason ha realizado discretamente donaciones a causas contrarias a la ideología woke. Fuentes cercanas a los Kelce afirman que Jason se desilusionó tras asistir a una recaudación de fondos de TPUSA el año pasado.
El evento de Ole Miss, parte de la gira rebautizada “This Is the Turning Point”, incluyó videos emotivos del matrimonio de Charlie y Erika. Los asistentes, entre ellos Ellie Van Rossum, estudiante de primer año de Ole Miss, lo describieron como conmovedor, con largas filas que serpenteaban por el campus para conseguir gorras MAGA y artículos de Kirk. Sin embargo, Kelce lo califica de “chantaje emocional calculado”.
Profundizando en el tema, Kelce revela detalles impactantes sobre las verdaderas intenciones de Charlie. Afirma que correos electrónicos privados, obtenidos gracias a un informante, demuestran que Charlie veía las visitas al campus como una estrategia para captar donantes, en lugar de un activismo genuino. «Construyó un imperio sembrando el miedo, y Erika solo le da el toque final», asegura Kelce, poniendo en entredicho la exención fiscal de la organización.
El discurso de Erika destacó el cartel de Charlie, inspirado en la Biblia: «Serán reconocidos por la valentía de su fe». Compartió cómo dormía en su lado de la cama, un detalle conmovedor que provocó aplausos. Pero Kelce replica que esa vulnerabilidad está guionizada, citando los manuales de entrenamiento mediático de TPUSA que instruyen a los oradores sobre cómo explotar el dolor para lograr viralidad.

La fecha del evento, justo antes de las elecciones de mitad de mandato, aumenta las sospechas. Con JD Vance como figura principal, funcionó también como un mitin de movilización de votantes, con llamamientos a “salvar a Estados Unidos” mediante la fe y la familia. Kelce argumenta que esta fusión de duelo y política huele a oportunismo, e insta a los asistentes a “ver la estrategia por lo que es”.
Tras el caso Kelce, las redes sociales estallaron. Hashtags como #StopTheLieErika se volvieron tendencia, con antiguos líderes de capítulos de TPUSA corroborando anónimamente las acusaciones de recaudación de fondos basada en cuotas. Un exmiembro tuiteó: «La muerte de Charlie fue una verdadera tragedia, pero los buitres no tardaron en aparecer». El entorno de Erika aún no ha respondido, lo que aumenta la tensión.
La declaración de Kelce va más allá de la crítica; es una súplica personal. «He perdido compañeros, he sentido ese vacío inmenso; no lo trivialicen por clics», escribe, recordando su época con los Eagles. Su vulnerabilidad humaniza el ataque, contrastando con la serenidad de Erika y logrando que sus palabras resuenen con fuerza.
La historia de Turning Point USA aporta contexto. Fundada en 2012 por un joven Charlie, se convirtió en una influyente organización conservadora, que contó con la presencia de estrellas como Vivek Ramaswamy y Glenn Beck. Tras el asesinato, Erika asumió el liderazgo, prometiendo honrar su misión. Sin embargo, Kelce alega que las auditorías internas revelan malversación de fondos vinculada a “fondos heredados”.
En Ole Miss, Erika concluyó con un llamado a “arrodillarse ante el Rey de Reyes”, invocando un renacimiento espiritual en medio de la oscuridad. Los estudiantes corearon consignas de apoyo, pero Kelce cuestiona la autenticidad, recordando el historial de TPUSA de organizar manifestaciones para generar revuelo mediático. “No es fe; es un negocio”, comenta con amargura.
Fox News dio gran difusión al evento con un documental, “Erika Kirk: En sus propias palabras”, disponible en Fox Nation. Jesse Watters la entrevistó, indagando en el dolor de sus hijos: “¿Todavía preguntan dónde está papá?”. La respuesta de Erika, entre lágrimas pero firme, recibió elogios, pero Kelce la considera una estrategia para ganar un Oscar.
La disputa entre Kelce y Kirk pone de manifiesto las profundas divisiones dentro del movimiento MAGA. Mientras que TPUSA promueve el conservadurismo juvenil, críticos como Jason destacan su barniz corporativo. En su declaración, elogia el fervor inicial de Charlie, pero lamenta la «maquinaria» en que se convirtió, e insta a un retorno a la pureza de las bases.
El momento de Erika en Ole Miss incluyó agradecimientos a las fuerzas del orden y a los voluntarios, reconociéndoles su labor de seguridad ante las amenazas. Lesley Lachman, presidenta de TPUSA en Ole Miss, se sumó a los llamados a votar. Sin embargo, según filtraciones internas, Kelce revela que las supuestas amenazas fueron exageradas para obtener donaciones por simpatía.
Mientras las donaciones se multiplican —TPUSA reporta un aumento del 300%— Kelce advierte sobre posibles problemas éticos. «El duelo no es una campaña de recaudación de fondos», afirma, abogando por auditorías de transparencia. Su episodio del podcast sobre el tema, anunciado para mañana, promete más evidencia, lo que podría frenar el impulso de Erika.
Los seguidores apoyan a Erika, viendo a Kelce como un resentido ajeno al grupo. “Jason no es ningún santo; se está aprovechando de la polémica”, replicó un comentarista. Pero la trayectoria de Kelce en la NFL y su imagen de persona que prioriza a su familia le dan peso, obligando a TPUSA a tomar medidas para minimizar los daños.

El mensaje central del discurso —la valentía a través de preguntas diarias sobre la fe— resonó entre los asistentes. Erika compartió la rutina de Charlie: reflexionar sobre su propósito. «Hágase esas tres preguntas cada día», instó. Kelce lo desestima como un manual de autoayuda reciclado con fines lucrativos.
En su intervención, JD Vance habló con emotividad sobre la familia y la libertad de expresión, instando a los jóvenes conservadores a casarse y forjar un legado. «Enamórense, formen una familia», dijo, rindiendo homenaje a Charlie. Kelce respeta a Vance, pero critica duramente la estrategia del evento, que se basa en convertir un funeral en una recaudación de fondos.
Los documentos del denunciante citados por Kelce detallan la estrategia de TPUSA tras la muerte de Charlie Hebdo: aprovechar la tragedia para expandirse. Los memorandos esbozan discursos inspirados en Erika, mezclando el dolor con tácticas de venta. De ser cierto, esto desmorona el aura de grandeza que rodeaba el martirio de Charlie.
La resiliencia de Erika resplandece en los vídeos, sonriendo entre lágrimas al oír gritos de «¡Te queremos!». Presentó a los estudiantes como «prueba de que la luz brilla» en medio de las sombras. Kelce replica que la verdadera luz no necesita focos ni patrocinadores, y llama al boicot.
Este enfrentamiento se produce justo cuando Fox homenajea a Erika con el primer Premio Legado Charlie Kirk en los Premios Patriot. Jason y Brittany Aldean serán los encargados de entregarlo, una ironía que Kelce aprovecha: «Incluso ellos son peones en esta farsa». La ceremonia se avecina con gran expectación.
El final de Kelce implora sanación: “Deja de mentir, Erika; honra a Charlie siendo auténtica”. Sus palabras, crudas y espontáneas, contrastan con la imagen pulida de TPUSA. Ya sea que derribe el imperio o se desvanezca como ruido, ha transformado la narrativa de la noche a la mañana.
En definitiva, esta revelación obliga a la reflexión. El activismo conservador se nutre de la autenticidad; la exigencia de Kelce pone de manifiesto las fisuras. Conforme avanza el 13 de noviembre, todas las miradas se centran en la respuesta de Erika: ¿se defenderá o desviará la atención? El movimiento contiene la respiración.
Las repercusiones se extienden: los patrocinadores reconsideran su postura, las secciones se fracturan. Kelce, siempre la que bloquea el paso, ha allanado el camino para la verdad. El camino de Erika, de viuda a guerrera, se enfrenta ahora a su obstáculo más difícil.
En definitiva, la sombra de Charlie se cierne eternamente, pero Kelce insiste en que los legados perduran a través de la integridad, no de la ilusión. «Basta de mentiras», repite, un mantra para un movimiento en una encrucijada.