“¡Cállate, zorra LGBT!”, Elon Musk lanzó un impactante discurso de 9 palabras contra Billie Eilish, dejándola desconsolada y desesperada por sus comentarios delirantes al multimillonario de Tesla, llevando al colectivo LGBT en Estados Unidos a un punto álgido.

¡Cállate, zorra LGBT!, Elon Musk lanzó un impactante discurso de 9 palabras contra Billie Eilish, dejándola desconsolada y desesperada por sus comentarios delirantes al multimillonario de Tesla, llevando al colectivo LGBT en Estados Unidos a un punto álgido.

En un giro inesperado que ha sacudido las redes sociales y los círculos mediáticos de Estados Unidos, Elon Musk, el visionario detrás de Tesla y SpaceX, ha desatado una tormenta verbal contra la estrella pop Billie Eilish. Todo comenzó con una serie de publicaciones incendiarias en la plataforma X, donde el multimillonario sudafricano, conocido por su franqueza sin filtros, respondió a las recientes críticas de la cantante bisexual con un mensaje de apenas nueve palabras que ha dejado a Eilish en un estado de visible angustia. “¡Cállate, zorra LGBT!”, escribió Musk en un tuit que acumuló millones de visualizaciones en cuestión de horas, un exabrupto que no solo apuntó directamente a la joven artista, sino que también avivó las tensiones latentes en el colectivo LGBT, empujándolo hacia un clímax de indignación colectiva.

El detonante de esta confrontación fue el reciente estallido de Eilish en sus historias de Instagram, donde la ganadora de múltiples Grammys no escatimó en insultos al calificar a Musk como un “jodidamente patético cobarde de mierda” por acumular una fortuna que roza el billón de dólares sin destinarla a causas humanitarias urgentes. En su discurso del 29 de octubre durante la entrega de los Innovator Awards de la revista Wall Street Journal, Eilish ya había lanzado un llamado directo a los billionarios presentes, incluyendo a figuras como Mark Zuckerberg, instándolos a “dar su dinero a quienes lo necesitan” en un mundo “realmente malo y oscuro”. Semanas después, al enterarse del nuevo paquete salarial de Musk aprobado por los accionistas de Tesla —que podría convertirlo en el primer trillionario de la historia—, la cantante de 23 años compartió un carrusel de imágenes de la organización feminista europea My Voice, My Choice. Estas ilustraciones proponían usos concretos para la riqueza de Musk: 40 mil millones de dólares al año para erradicar el hambre mundial para 2030, 10 mil millones anuales para vacunar a 140 millones de recién nacidos durante un siglo, o 53.2 mil millones para reconstruir Gaza tras la devastación de la guerra. Eilish culminó con su propio comentario: “Etc… Jodidamente patético coño de perra cobarde”, un desahogo crudo que resonó entre sus 115 millones de seguidores.

Musk, nunca uno de retroceder ante la controversia, contraatacó con la brevedad de un misil. Su tuit de nueve palabras no solo replicaba el tono vulgar de Eilish, sino que incorporaba el insulto “zorra LGBT”, un término que muchos interpretaron como un ataque directo a la identidad queer de la cantante, quien se ha declarado abiertamente bisexual y defensora de los derechos LGBTQ+. Fuentes cercanas a Eilish revelan que la joven, conocida por su vulnerabilidad emocional en canciones como “Ocean Eyes” o “Happier Than Ever”, quedó “desconsolada” tras leer el mensaje. En una llamada de emergencia con su equipo, se dice que rompió en llanto, sintiéndose no solo atacada personalmente, sino expuesta como símbolo de una comunidad ya maltrecha por las posturas conservadoras de Musk. El magnate ha sido criticado repetidamente por sus comentarios transphóbicos, como cuando sugirió que el odio hacia los “hombres blancos” impulsa las transiciones de género, o por su distanciamiento público de su hija transgénero, Vivian Jenna Wilson, a quien ha calificado de “muerta” para él tras su transición.

La reacción en Estados Unidos ha sido explosiva, llevando al colectivo LGBT a un punto álgido de movilización. Organizaciones como GLAAD y Human Rights Campaign emitieron comunicados condenando el tuit de Musk como “un acto de violencia verbal que perpetúa el odio homofóbico y transfóbico”. En las calles de Los Ángeles y Nueva York, manifestaciones espontáneas reunieron a cientos de activistas ondeando banderas arcoíris y carteles con frases como “Elon, tu cohete no explota, pero tu odio sí”. En redes, el hashtag #ShutUpElon acumuló más de 500 mil menciones en las primeras 24 horas, con celebridades como Lady Gaga y Troye Sivan sumándose al coro de repudio. Gaga tuiteó: “La riqueza no compra empatía, Elon. Billie habla por todos nosotros”. Sivan, por su parte, recordó las donaciones millonarias de Eilish de su gira mundial a causas queer, contrastándolas con la Giving Pledge que Musk firmó en 2012 pero que, según críticos, ha cumplido a regañadientes.

Este enfrentamiento no es solo personal; refleja divisiones más profundas en la sociedad estadounidense. Musk, alineado cada vez más con figuras conservadoras como Donald Trump —a quien apoyó en las elecciones de 2024 con donaciones récord—, representa para muchos en la comunidad LGBT un símbolo de privilegio tóxico. Sus comentarios “delirantes”, como los califica Eilish, incluyen teorías conspirativas sobre el “woke mind virus” que, según él, destruye la civilización occidental al promover la diversidad de género. La cantante, por el contrario, encarna la nueva generación de artistas activistas: bisexual, vegana y feminista, ha usado su plataforma para hablar de salud mental y contra la objectivación femenina, ganándose el amor de fans queer que ven en ella un faro de autenticidad.

La desesperación de Eilish tras el tuit de Musk se manifiesta en su silencio posterior en redes, un contraste con su habitual apertura. Amigos cercanos aseguran que está “devastada” pero determinada a transformar el dolor en arte; rumores apuntan a que una canción sobre “cobardes billonarios” podría incluirse en su próximo álbum. Mientras tanto, Tesla enfrenta un boicot incipiente de consumidores progresistas, con ventas de vehículos eléctricos cayendo un 5% en la costa oeste, según datos preliminares de Nielsen. Musk, impasible, respondió a las críticas con un meme en X comparando a Eilish con un “perro ladrando a la luna”, avivando aún más el fuego.

Este choque entre el titán tecnológico y la reina del pop ha polarizado a la nación, recordándonos que en la era digital, las palabras son armas más potentes que los cohetes. ¿Llevará esto a un diálogo genuino sobre filantropía y derechos queer, o solo profundizará la brecha? Solo el tiempo, y quizás el próximo tuit de Musk, lo dirá. Por ahora, el colectivo LGBT se une en solidaridad con Eilish, transformando su desconsuelo en un grito colectivo por justicia.

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