En un giro inesperado que ha sacudido el mundo del fútbol, Lionel Messi y varias estrellas de primer nivel estarían preparándose para abandonar la Major League Soccer inmediatamente después de que termine la temporada actual. El motivo de este éxodo masivo es, cuanto menos, explosivo.
Cristiano Ronaldo, el ídolo portugués, acaba de firmar el que, según diversas fuentes, es el contrato más lucrativo en la historia del deporte estadounidense. El acuerdo no es con un club de la MLS, sino directamente con la administración Trump.
Fuentes internas afirman que el acuerdo supera los quinientos millones de dólares a lo largo de cuatro años, eclipsando cualquier salario anterior en el deporte profesional norteamericano. Incluye participaciones en la propiedad de futuras franquicias y derechos de marketing sin precedentes en todo el país.

Según se informa, el contrato establece una nueva liga paralela respaldada por inversión privada y apoyo federal, diseñada para competir con la MLS y, eventualmente, absorber su estructura. Esta liga operará bajo reglas de tope salarial y sistemas de impuesto de lujo diferentes.
La llegada de Ronaldo se presenta como la piedra angular de una renovación completa del fútbol profesional en Estados Unidos. El proyecto cuenta con el respaldo personal del presidente electo Donald Trump, quien desde hace tiempo ha manifestado su interés en impulsar este deporte.
Varios jugadores de renombre que actualmente compiten en la MLS han recibido ofertas formales de la nueva entidad. Los contratos incluyen aumentos salariales de hasta un cuatrocientos por ciento y cláusulas de no traspaso que los mantienen vigentes durante toda su carrera.
Lionel Messi, cuyo contrato con el Inter Miami finaliza a finales de 2025, habría solicitado la activación de su cláusula de rescisión anticipada. Fuentes cercanas al argentino afirman que considera que la situación ha cambiado de forma irreversible de la noche a la mañana.
Andrés Iniesta, leyenda del Barcelona y actualmente entrenador en Oriente Medio, ha recibido una oferta para regresar como jugador y director técnico. La propuesta incluye participación accionaria en tres equipos de expansión proyectados en estados clave.
Sergio Busquets y Jordi Alba, excompañeros de Messi y ahora en el Inter Miami, estarían haciendo las maletas. Sus agentes ya habrían mantenido conversaciones preliminares con los representantes de la nueva liga en Nueva York.
Luis Suárez, otro amigo íntimo de Messi, admitió en una entrevista radiofónica que la oferta era imposible de rechazar. Dio a entender que el anuncio oficial podría producirse pocos días después de la final de la MLS Cup.

El actual convenio colectivo de la MLS contiene una cláusula de rescisión poco conocida que se activaría en caso de la creación de una liga rival de primera división con respaldo gubernamental. Los expertos legales creen que cualquier jugador puede activar esta cláusula con efecto inmediato.
Jorge Mas, copropietario del Inter Miami, se mostró visiblemente afectado cuando los periodistas lo abordaron a la salida de su oficina. Se negó a comentar sobre el futuro de sus jugadores estrella, pero reconoció que se estaban desarrollando acontecimientos sin precedentes.
David Beckham, figura pública del Inter Miami, emitió un breve comunicado expresando su decepción, aunque también su comprensión. Admitió que ningún club puede competir con el poderío financiero que ahora entra al mercado.
Apple TV, socio exclusivo de transmisión de la MLS, ha convocado una reunión de emergencia de su junta directiva. Los ejecutivos temen que la pérdida de estrellas internacionales pueda dejar sin valor su contrato de transmisión de diez años de la noche a la mañana.
El comisionado Don Garber convocó una rueda de prensa urgente para mañana por la mañana. Fuentes de la liga indican que intentará tranquilizar a los aficionados mientras explora discretamente opciones de fusión con la nueva competencia respaldada por Trump.
Varios gobernadores ya han prometido fondos estatales para nuevos proyectos de estadios vinculados a la nueva liga. Los plazos de construcción se han acelerado para que los estadios estén listos a partir de la primavera de 2027.
La nueva competición planea implementar un sistema de ascensos y descensos vinculado a las divisiones inferiores existentes. Este cambio radical ha sido una demanda recurrente de los puristas del fútbol estadounidense, quienes consideraban que la MLS se había vuelto demasiado cerrada.
Los clubes europeos siguen la situación con creciente preocupación. Los agentes informan que los jóvenes talentos sudamericanos ahora priorizan las ofertas de Estados Unidos sobre las vías tradicionales a España o Inglaterra.
Según los informes, el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, llamó personalmente a Messi para hablar sobre un posible regreso al Bernabéu. La leyenda argentina no ha descartado ninguna opción en esta etapa de su carrera.
El técnico del Manchester City, Pep Guardiola, declinó hacer comentarios cuando se le preguntó sobre posibles fichajes procedentes del mercado de la MLS, que se encuentra en crisis. Su silencio fue muy significativo para los periodistas congregados a las afueras del campo de entrenamiento.
El sindicato de jugadores ha permanecido sorprendentemente callado durante toda la crisis. Algunos especulan que los dirigentes sindicales fueron informados hace meses y que ya han negociado condiciones favorables para sus miembros.
A medida que se acercan los últimos partidos de la temporada de la MLS, la asistencia a los estadios se ha disparado. Los aficionados acuden en masa a los estadios para lo que podría ser la última oportunidad de ver a estas superestrellas mundiales en el formato actual de la liga.
Pase lo que pase a continuación, una cosa permanece segura: el fútbol estadounidense nunca volverá a ser el mismo después de que Cristiano Ronaldo decidiera asociarse con Donald Trump para remodelar el deporte rey en suelo norteamericano.