Noticias de última hora: Elon Musk se enfrenta a una reacción furiosa de los fans de Taylor Swift por sus comentarios “vulgares”; aumentan los pedidos de cancelación.

Elon Musk, el multimillonario tecnológico detrás de Tesla y SpaceX, ha desatado una polémica con sus últimos comentarios en línea contra Taylor Swift. Los fans devotos de la estrella del pop, conocidos como Swifties, estallaron en indignación después de que Musk republicara una serie de memes y comentarios que muchos consideraron vulgares y que humillaban su físico. Lo que comenzó como una búsqueda aparentemente inocua en redes sociales se ha convertido en una ola de demandas generalizadas de responsabilidad en X, la plataforma de la que es propietario.

El detonante se produjo a finales de la semana pasada cuando Musk se involucró en un hilo viral en el que se burlaba de la figura de Swift durante sus extensiones de cabello durante la gira Eras. Una publicación mostraba una imagen editada de la cantante con una regla superpuesta a lo largo de su cuerpo, acompañada de chistes groseros sobre su peso y su presencia en el escenario. La amplificación de Musk de este contenido, con emojis de risa incluidos, causó conmoción en la comunidad de Swift, que lo interpretó como un ataque directo a una mujer que ya estaba bajo el escrutinio público.

Los Swifties no perdieron tiempo en movilizarse. En cuestión de horas, hashtags como #CancelElonMusk y #ProtectTaylorSwift se convirtieron en tendencia global, acumulando más de 500,000 publicaciones el lunes por la mañana. Los fans compartieron capturas de pantalla de las interacciones de Musk, calificándolas de misóginas y desconectadas de la realidad. “¿Elon Musk riéndose de las críticas a Taylor por su físico? Esto no es humor; es acoso por parte de un hombre que controla la narrativa”, decía un tuit viral que obtuvo 200,000 “me gusta”.

Este no es el primer enfrentamiento entre Musk y Swift. En septiembre de 2024, la extraña oferta de Musk de “darle” un hijo a Swift tras su apoyo a Kamala Harris provocó una condena inmediata, calificándola de inquietante e invasiva. Ese incidente, que luego borró en medio de las críticas, puso de manifiesto un patrón de Musk interfiriendo en la órbita de Swift de maneras incómodas, desde pullas políticas hasta insinuaciones personales.

Adelantándonos a noviembre de 2025, parece que hay más en juego. Con Swift finalizando su gira Eras Tour, que batió récords, en Toronto hace apenas unos días, los fans se muestran aún más protectores. La gira, que recaudó más de 2 mil millones de dólares, ha sido un fenómeno cultural, empoderando a las mujeres a través de temas de resiliencia y amor propio. Los comentarios de Musk impactan directamente en ese mensaje, reduciendo a una artista pionera a un simple chiste.

Los investigadores de redes sociales rápidamente conectaron los hechos con el comportamiento general de Musk en línea. Búsquedas recientes en X revelan un aumento en sus reposts de memes provocativos y de derecha dirigidos contra celebridades femeninas, incluyendo a Swift. Un hilo de principios de noviembre la comparó con figuras históricas en un escándalo de manipulación de imagen, insinuando falsamente gestos controvertidos en conciertos. Aunque desmentido, el apoyo de Musk alimentó teorías conspirativas, provocando la ira tanto de verificadores de datos como de fans.

La reacción ha trascendido las fronteras. Foros de Reddit como r/popculturechat rebosan de hilos que analizan la imagen de “edgelord” de Musk, y los usuarios piden boicots a los productos de Tesla. “Cambio mi Model Y si este es el rostro de la innovación”, decía uno de los comentarios más populares, haciéndose eco de los Swifties con conciencia ecológica que alguna vez admiraron la visión tecnológica de Musk. Instagram y TikTok están inundados de publicaciones de fans que yuxtaponen los himnos empoderadores de Swift con los tuits de Musk, amplificando visualmente la indignación.

Los aliados famosos han intervenido sutilmente. Mientras Swift guarda silencio, fiel a su estrategia de dejar que las acciones hablen, figuras como Olivia Rodrigo y Billie Eilish republicaron mensajes de apoyo sin nombrar directamente a Musk. Entre bastidores, fuentes cercanas al equipo de Swift insinúan consultas legales, citando una posible difamación en la escalada de memes. “Taylor ha construido un imperio basado en la autenticidad; esto es solo ruido de una cámara de resonancia que se desvanece”, declaró una fuente a medios de entretenimiento.

Los defensores de Musk, sin embargo, presentan una imagen diferente. Los seguidores de Musk argumentan que los comentarios fueron satíricos, una crítica a los excesos de la cultura de las celebridades, en lugar de a Swift personalmente. “Elon se está burlando de la élite intocable; los Swifties necesitan una piel más dura”, afirmaba un hilo de respuestas, enlazando a publicaciones anteriores de Musk en las que se burlaba de la élite de Hollywood. Presentan la furia como una cultura de la cancelación descontrolada, especialmente tras las elecciones de 2024, donde la alineación de Musk con Trump polarizó aún más al público.

Sin embargo, los datos cuentan otra historia. Los análisis de herramientas de escucha social muestran una caída del 15% en la percepción positiva de Tesla sobre X desde el incidente, con un aumento de las menciones a la “misoginia de Musk”. Los anunciantes, ya cautelosos tras las controversias pasadas de la plataforma, están, según se informa, siguiendo de cerca la situación. Para un hombre cuyo patrimonio neto depende de la percepción pública, esto podría minar su imagen de innovador, cuidadosamente cuidada.

A medida que aumentan las peticiones de cancelación, las peticiones en Change.org exigen reformas, como filtros más estrictos contra el discurso de odio para los usuarios verificados, incluido el propietario. Más de 100.000 firmas en 48 horas indican un impulso real. Los Swifties, organizados y expresivos, han derribado objetivos más importantes en el pasado, desde ejecutivos de streaming hasta exsocios. ¿Se disculpará Musk o redoblará sus esfuerzos como suele hacer?

La historia sugiere lo segundo. Tras el fiasco de la “mujer de los gatos sin hijos” en 2024, Musk desestimó a los críticos calificándolos de “turbas progresistas” y se centró en el revuelo por SpaceX. Esta vez, sin embargo, el volumen se siente diferente: más personal, más unificado. Los fans no solo tuitean; también dejan de seguirlo, denuncian y animan a las marcas a distanciarse de él.

La brecha entre el entretenimiento y la tecnología nunca ha sido tan marcada. Swift representa la evolución empoderadora del pop, con álbumes como The Tortured Poets Department encabezando las listas de éxitos durante el triunfo de su gira. Musk encarna la bravuconería sin filtros de Silicon Valley, pero sus grietas se hacen visibles cuando se convierte en crueldad. Esta disputa subraya una división cultural: innovación versus empatía, memes versus movimientos.

Por ahora, Swift sigue adelante, adelantando nuevos lanzamientos musicales que prometen vulnerabilidad y fuerza. Su silencio amplifica el rugido de los fans, convirtiendo las reacciones negativas en un coro. Musk, mientras tanto, publica actualizaciones de Starship, aparentemente ajeno a todo. Pero en la opinión pública, el veredicto se inclina hacia la responsabilidad.

Al amanecer del 23 de noviembre, la historia evoluciona cada hora. ¿Responderá Swift? ¿Podría esto impulsar conversaciones más amplias sobre la influencia de los multimillonarios? Una cosa es segura: la lealtad de los Swifties es férrea y su objetivo está definido. El próximo paso de Elon Musk podría redefinir su legado o acelerar su desmoronamiento.

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