❤️ “Ojalá estuviera aquí” Álex Márquez expresó su añoranza por su hermano en el GP de Portugal, conmoviendo a la comunidad de MotoGP. Fue aún más especial cuando la siguiente reacción de Marc Márquez realmente tocó los corazones de muchas personas y continuó siendo una fuente de motivación para Alex Márquez.

En el fresco aire otoñal de Portimao, el Gran Premio de Portugal se desarrolló con un trasfondo de emoción que trascendió el rugido de los motores. Alex Márquez, piloto de Gresini Ducati, compartió abiertamente su añoranza por su hermano Marc durante las primeras sesiones del evento. Con Marc fuera de juego debido a una lesión en el hombro sufrida en Indonesia, las palabras de Alex resonaron profundamente en todo el paddock.
La temporada 2025 de MotoGP ha sido un hito para los hermanos Márquez, que culminó con un histórico doblete en la clasificación del campeonato. Marc consiguió su séptimo título en Japón, mientras que Alex consiguió el segundo puesto tras unas actuaciones consistentes. Sin embargo, en Portimao, la ausencia del padre de Márquez arrojó una sombra conmovedora sobre el proceso.
Alex, que ha prosperado con la GP24 Ducati, lideró ambas sesiones de entrenamientos del viernes, mostrando el impulso de su reciente victoria en Malasia. Admitió que sin la presión de la lucha por el título, se sentía liberado. Sin embargo, sus pensamientos con frecuencia se dirigían a Marc, deseando su presencia en la pista.

“Marc está en casa, centrándose en la recuperación”, reveló Alex en una entrevista posterior a la práctica. “No tiene prisa por regresar, y eso es prudente después de experiencias pasadas”. Esta madurez en el enfoque de Marc, aprendida de regresos apresurados anteriores como en 2020, destacó un cambio en las prioridades del nueve veces campeón del mundo.
La comunidad de MotoGP, conocida por sus estrechos vínculos, respondió con un gran apoyo en las redes sociales. Los fanáticos compartieron clips de momentos fraternales pasados, desde la primera victoria entre lágrimas de Alex en España hasta las reacciones de orgullo de Marc. El sentimiento “Si tan solo él estuviera aquí” resonó en las publicaciones, evocando nostalgia colectiva.
Marc, que observaba desde lejos, no se quedó callado. A través de un sentido mensaje compartido a través de los canales de Ducati, animó a Alex: “Sigue empujando, hermano, estoy contigo en espíritu”. Esta respuesta simple pero profunda conmovió a muchos, recordándoles a todos el vínculo familiar inquebrantable en medio de una competencia feroz.
Para Alex, las palabras de Marc sirvieron de combustible. “Que él me anime, incluso desde casa, me da ese impulso extra”, dijo. Se remontaba a su viaje compartido, desde las carreras de su infancia en Cervera hasta dominar juntos la categoría reina.

La historia de los hermanos es de resiliencia. El paso de Marc a Ducati revitalizó su carrera después de los problemas de Honda, mientras que Alex encontró su paso en Gresini. Su éxito en 2025 marcó el primer doblete entre hermanos en la historia de MotoGP, un testimonio de inspiración mutua.
En Portimao, sin Marc, Alex afrontó los retos de la parrilla en solitario pero con renovado vigor. Su dominio en la práctica insinuaba posibles podios, tal vez incluso una victoria, para honrar a su hermano ausente. El circuito, con su trazado ondulado, puso a prueba el temple de los pilotos, amplificando las emociones en juego.
Los críticos alguna vez cuestionaron el lugar de Alex en MotoGP, atribuyéndolo al nepotismo. Sin embargo, su segundo puesto en 2025 silenció a los escépticos. “La gente a veces me infravalora”, señaló Alex a principios de temporada, pero sus resultados lo decían todo, especialmente a la sombra de Marc.
La lesión de Marc en Mandalika, relacionada con una controvertida trampa de grava, provocó debates sobre seguridad. Alex criticó abiertamente la configuración, mostrando su lado protector. “Es responsabilidad de los organizadores”, subrayó, haciéndose eco de las preocupaciones que podrían dar forma a los diseños futuros de las pistas.
A medida que se acercaba la clasificación, el paddock vibraba de anticipación. ¿Alex convertiría su ritmo de práctica en la pole? La presencia virtual de Marc cobró gran importancia, motivando no solo a Alex sino a todo el contingente de Ducati, incluido el debutante Nicolo Bulega que reemplazó a Marc.
Los tributos emotivos inundaron a X, y los fanáticos publicaron videos de abrazos pasados entre los hermanos. Un clip de la primera victoria de Alex mostró a Marc consolando a un Alex lloroso, subrayando su vínculo más allá de la rivalidad.

Alex reflexionó sobre los mejores momentos de la temporada: “Ganar en Catalunya y acabar con la racha de Marc en casa fue agridulce”. Marc lo había elogiado entonces, diciendo que estaba más feliz por el éxito de Alex que por el suyo propio, sentimiento que ahora correspondía en Portimao.
El GP de Portugal, la penúltima ronda, tuvo implicaciones para la clasificación de los equipos. Gresini pretendía capitalizar la forma de Alex, mientras que Ducati buscaba mantener el dominio. El cronograma de recuperación de Marc seguía siendo incierto, pero su influencia perduró.
En las entrevistas, Alex puso más énfasis en la familia que en los títulos: “Los consejos de Marc sobre cómo manejar la presión han sido invaluables”. Esta guía, extraída de las propias batallas de Marc con las lesiones y las expectativas, fortaleció el juego mental de Alex.
A medida que avanzaba el fin de semana, la empatía de la comunidad crecía. Corredores como Pecco Bagnaia reconocieron el impacto de los hermanos: “Marc merece ser el centro de atención, pero Alex se ha ganado su lugar”. Tal respeto destacó la camaradería del deporte.
Al final, la expresión de Alex de extrañar a Marc humanizó el mundo de alto riesgo de MotoGP. Les recordó a los fanáticos que debajo de los cascos y las prendas de cuero hay historias personales de amor, pérdida y motivación.
La conmovedora respuesta de Marc, que prometía apoyo, no sólo conmovió los corazones sino que reavivó el impulso de Alex. Mientras los motores se aceleraban para la carrera, el legado de Márquez seguía inspirando, demostrando que incluso en ausencia, la hermandad prevalece.
La prueba de Portimao se convirtió así en algo más que una carrera; fue una celebración de los lazos familiares en el deporte del motor. Con las palabras de Marc resonando, Alex corrió no sólo por puntos, sino también por sueños compartidos.