Toda la familia de Ilhan Omar enfrenta la posible revocación de su ciudadanía y deportación.

En una semana en la que ya parecía que el universo estaba poniendo a prueba la presión arterial colectiva de la nación, Washington se sorprendió con la noticia de que el RepresentanteIlhan Omary toda su familia supuestamente enfrentaban la pérdida de su ciudadanía, además de la ventaja adicional de una posible deportación, después de que una auditoría de inmigración descubrió lo que los funcionarios llamaron “documentos tan confusos que ni siquiera AI pudo verificarlos”.

La historia comenzó cuando un analista junior del Departamento de Seguridad Nacional, con exceso de cafeína, supuestamente tropezó con una caja con la etiqueta “NO ABRIR, EN SERIO”. En el interior, encontró documentos de décadas de antigüedad relacionados con la llegada de la familia Omar desde Somalia.

Según la filtración, la madre de Ilhan había completado incorrectamente varias secciones del formulario, incluida una que pedía el “motivo de la huida”, a la que supuestamente escribió:“Porque el otro lugar era peor”.

Los abogados del gobierno describieron los documentos como “un hermoso tapiz de errores tipográficos, contradicciones y escritura que parece cambiar de estilo a mitad de la frase”. Un funcionario afirmó que la solicitud era tan desconcertante que tres expertos distintos la etiquetaron de forma independiente como “posiblemente una broma”.

Este descubrimiento burocrático provocó en Washington un frenesí predecible.

En cuestión de horas, los productores de noticias por cable estaban dando vueltas victoriosas en sus estudios, los legisladores redactaban declaraciones antes de leer el informe y varias personas influyentes políticas ya estaban vendiendo camisetas que decían “Ilhan GRATIS” a precios elevados.

El subdirector de la CBP, Marshall Ganton III, que una vez se volvió viral por confundir Finlandia con Nueva Jersey, celebró una conferencia de prensa para explicar la situación.

“Si los documentos originales de los refugiados no son válidos”, dijo con gran seriedad, “entonces técnica, legal, hipotética, provisional, potencialmente, en teoría, nunca estuvieron aquí legalmente”. Hizo una pausa mientras las cámaras parpadeaban. “Lo que niega su ciudadanía”.

Los periodistas lo presionaron para que aclarase, pero Ganton, cansado de hablar con demasiada seguridad sobre algo que no estaba del todo seguro de entender, simplemente repitió la frase “niega su ciudadanía” cuatro veces más antes de salir del escenario.

Mientras tanto, la representante Ilhan Omar respondió con un comunicado de prensa que logró ser a la vez indignado y sarcástico.

“Si los errores administrativos de hace 30 años pueden deshacer la ciudadanía estadounidense”, escribió, “me gustaría presentar una contrademanda contra todos los que todavía escriben ‘tu’ cuando quieren decir ‘tú’”.

Continuó solicitando que el gobierno también investigue a cada antepasado de cada estadounidense que entró en Ellis Island con un nombre mal escrito por un empleado aburrido.

Las reacciones políticas llegaron de inmediato. Los demócratas de la Cámara de Representantes calificaron la situación como “sin precedentes”, “preocupante” y “absolutamente algo en torno a lo cual deberíamos programar una recaudación de fondos”.

Mientras tanto, los republicanos expresaron una variedad de reacciones, desde “Esto es lo que sucede cuando dejamos que la burocracia se vuelva loca” hasta “¿Qué es una forma de refugiado?”

Las cadenas de noticias por cable aprovecharon el caos con su habitual sutileza. Un presentador describió la situación como “el mayor escándalo de inmigración del siglo”, a pesar de que todavía faltan 75 años para que finalice el siglo.

Otra cadena organizó un panel de expertos en el que participaron un ex congresista, un ex concursante de reality shows y un hombre que decía ser un “psíquico de inmigración”.

El psíquico predijo que Ilhan Omar “probablemente se quedaría en el país, pero sólo después de una secuencia de montaje dramática”.

En las redes sociales, los hashtags explotaron. #DeportTheFictionalPerson fue tendencia durante una hora antes de que los usuarios se dieran cuenta de que en realidad no sabían quién era Ilhan Omar.

#Let Ilhan Live se disparó después de que las celebridades comenzaron a publicar videos de 12 segundos expresando solidaridad, generalmente filmados desde spas de lujo.

Un tercer hashtag, #CheckYourPaperwork, fue lanzado por estadounidenses ansiosos que de repente se preguntaban si los formularios de sus propios abuelos también estaban llenos de ortografía creativa.

Los juristas se apresuraron a intervenir, señalando que revocar la ciudadanía basándose en errores administrativos de décadas de antigüedad no tendría precedentes históricos y también sería profundamente impráctico.

Un profesor explicó: “Si comenzamos a cancelar retroactivamente la ciudadanía por errores en los formularios de inmigración, la mitad del país tendrá que estar empacado en maletas antes del viernes”.

ilhan Omar

En medio del revuelo, los teóricos de la conspiración intervinieron con explicaciones alternativas para la auditoría. Una teoría popular sugirió que el pasante del DHS que encontró el archivo era en realidad un “agente durmiente del estado profundo con una vendetta contra la organización de la oficina”.

Otro afirmó que toda la situación fue orquestada por la industria de la papelería para impulsar la demanda de mejores bolígrafos.

A medida que se calmó el polvo legal, el gobierno admitió silenciosamente que el caso probablemente tardaría años en resolverse debido a la gran cantidad de papeleo involucrado.

Los funcionarios también revelaron que algunas de las formas originales resultaron dañadas después de ser almacenadas en un sótano con “moho de moderado a agresivo”. Según se informa, una página muestra el tenue contorno de la pata de un gato, aunque nadie ha explicado aún por qué.

Por ahora, la representante Ilhan Omar continúa con sus funciones en el Congreso, sin preocuparse por el caos que se arremolina a su alrededor. En un evento público reciente, bromeó con los periodistas: “No estoy preocupada.

Si me revocan la ciudadanía, al menos el gobierno finalmente admitirá que no tiene idea de cómo funcionan sus propios formularios”.

El comentario provocó risas, aplausos y al menos una mirada severa de un funcionario que claramente deseaba no haberlo dicho en voz alta.

Aún así, si hay algo que este fiasco les ha enseñado a los estadounidenses es que nadie –sin importar cuán poderoso, famoso o frecuentemente aparezca en programas de entrevistas políticas– está a salvo del poder impredecible del papeleo administrativo.

Y mientras los polvorientos archivos gubernamentales contengan misterios, formularios antiguos y firmas indescifrables, siempre habrá otra historia de Ilhan Omar esperando a salir a la luz.

Ya sea que resulte en un caos ciudadano o simplemente en otro meme nacional… eso, como siempre, depende del papeleo.

 

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